Música
Entrevista
'El Pello Reparaz de 17 años no entendería el adiós de Vendetta'
Natxo Velez | eitb.eus
A punto de dar por cerrado el capítulo de Vendetta, Pello Reparaz se encuentra ahora ante un folio en blanco sobre el que seguir trazando su obra musical con ritmos y melodías.
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Pello Reparaz mira más allá antes de despedir Vendetta. Foto: Gaizka Peñafiel.
Vendetta, el vehículo a través del que Pello Reparaz (Arbizu, 1990) ha canalizado sus inquietudes musicales durante los últimos diez años, se despide de sus seguidores este viernes, 28 de diciembre, en un concierto final que tendrá lugar en el recinto del festival Hatortxu Rock.
Pero Reparaz, inquieto por naturaleza, no sabe vivir sin música –“quizás fuera mejor que me quitaran el oxigeno a que me faltara la música”, nos dice–, y, terminada la carrera de Vendetta, ya se ha sentado frente a un papel en blanco que rellenar con nuevas canciones y proyectos, en busca de más canciones que le sigan poniendo los pelos de punta.
Hemos hablado con él en vísperas del adiós de Vendetta para intentar comprender de dónde viene y adivinar hacia dónde va.
¿Cómo será el concierto de despedida?
Ante las posibles previsiones, sí me gustaría decir que será un concierto de Vendetta, y no, como suele ser habitual en estos casos, un concierto de Vendetta y amigos.
Por supuesto, estará representado el Vendetta que hemos ido creando estos últimos años, pero también haremos un repaso de todos estos años. Así que el del día 28 será el concierto más largo nunca ofrecido por Vendetta.
Habrá sorpresas y, además de los cinco miembros de Vendetta, habrá diferentes instrumentaciones sobre el escenario, pero no hay que esperar ningún desfile de invitados.
Y en un plano más personal, ¿con qué ánimo se sube uno al escenario sabiendo que está inmerso en una cuenta atrás?
Hasta ahora, todo ha sido muy bonito, y puedo decir que estoy disfrutando mucho en todos los conciertos de este largo adiós. De todas formas, soy consciente de que subir al escenario sabiendo que va a ser el último concierto será diferente.
Te tengo que reconocer que no sé qué sentiré. Me da un poco de miedo ese día; hay muchos sentimientos en torno a ese concierto, y el miedo es uno de ellos.
¿Por qué decidisteis terminar con Vendetta? Visto desde fuera, estabais viviendo aquello que muchos sueñan: movíais gente a vuestros conciertos, podíais grabar en buenas condiciones, habéis tocado en el extranjero… ¿Cómo lo explicas?
Es cierto. Yo no se lo podría explicar al Pello Reparaz de 17 años, no lo entendería. Lo que estoy viviendo es lo mismo que soñaba ese Pello de 17 años, y el hecho de abandonarlo ahora no es fácil de explicar.
Pero desde dentro de la vorágine, las cosas se ven de otra manera, y aquello que fue tu sueño se ha convertido en otra cosa. De verdad que ha sido magnífico, pero ahora también hay otros sueños, ganas de hacer cosas nuevas, y tengo que atender al ansia por hacer aquello que me sale del corazón. Eso es lo que he sentido en esta ocasión y lo que ha desencadenado nuestra decisión.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de estos diez años?
En general, ha sido una experiencia maravillosa, en la que hemos hecho muchas cosas bien y hemos cometido muchos errores. Ha sido muy bonito ver cómo, poco a poco, aquello que escribes en casa influye sobre otra gente.
Por otro lado, todo eso también me ha traído un cierto vértigo y preocupación, ya que todo lo que haces tiene un impacto.
Lo mejor ha sido conectar con la gente, el ambiente que se ha formado en los conciertos ha sido orgásmico, por decirlo de alguna manera. Por el contrario, lo peor han sido las críticas: desde el momento en que te subes al escenario, sabes que la gente va a hablar sobre ti y lo aceptas. Cuando te sigue tanta gente, muchos te tienen cariño y otros te odian sin ni siquiera conocerte, y he de reconocer que me ha costado asimilar eso.
Reparaz, trabajando en su estudio. Foto: Gaizka Peñafiel.
Vas a seguir haciendo música. ¿Qué buscas fuera de Vendetta?
Ahora estoy ante un folio en blanco, y necesitaba tener esa sensación. Quería sentir otra vez el miedo y la preocupación de no saber hacia dónde voy.
Tengo ganas e ilusión de probar hasta dónde puedo llegar partiendo desde cero. No tengo una imagen clara sobre qué es lo que va a llegar, solo unos bocetos, y es eso lo que me impulsa a día de hoy.
Estás estudiando un máster sobre composición de canciones, en Londres…
Sí, ya he hecho la mitad.
¿Qué te está enseñando?
Ha cambiado de raíz mi forma de entender la composición. Me ha explicado qué es lo que realmente hacía durante todos estos años cuando escribía canciones, y por qué hacía algunas cosas que me salían por inercia.
He comprendido dónde he conseguido transmitir lo que tenía dentro y dónde no lo he hecho, y, lo que es más importante, he comprendido por qué ocurría eso. Ya sabía dónde había acertado, porque he visto la reacción de la gente, pero me ha enseñado el porqué.
Además, me ha enseñado a abrir mi mente hacia nuevas formas de transmitir cosas. Me ha enseñado cómo optimizar las maneras en las que transmitía mi música, me ha dado herramientas. Y es cierto que a día de hoy me veo más preparado que hace un año para crear nuevas canciones y hacer llegar a la gente nuevas sensaciones.
Y cómo creador, ¿qué es lo que te indica que detrás de una idea puede haber una canción?
A la hora de escribir las canciones del proyecto Baloreak, por ejemplo, se me pusieron los pelos de punta más de una vez. Mientras estaba en pleno proceso de ese disco, me emocionaba. Solo por eso ya merece la pena participar en una canción.
No voy a ser hipócrita, y también te diré que me interesa saber qué opina la gente sobre eso, conocer qué respuesta recibe aquello que he creado. Me gusta combinar ambos aspectos.
En este proyecto infantil de Baloreak, por ejemplo, se han dado los dos casos: las canciones me emocionaron a mí, y, pasados ya dos meses desde que las hemos publicado, hemos obtenido una magnífica respuesta. Estoy muy contento, y salta a la vista que ha merecido la pena.
Así que, a pesar de que el conocimiento nos dote de herramientas, el primer impulso para crear sigue siendo muy primario, ¿no?
Sí, así es. Y eso lo sentía también antes de hacer el máster. Mientras no lo pierda, seguiré haciendo música.
Además de como creador, también trabajas como productor (el disco Bother de Vendetta, el grupo El Muerto Vivo…). ¿Qué crees que puede sumar un productor a un proyecto musical?
Cuando trabaja para otro artista, el productor tiene que aportar una perspectiva diferente, un punto de vista externo. Tiene que mirar desde fuera a quien esté inmerso en un proceso creativo y darle opciones. Decirle ¿qué te parece si hacemos esto?
Y dotar al artista de esas herramientas que antes comentábamos, para tratar de hacer la música más emocionante y trasformadora posible como el material que se maneja, siempre con ganas e ilusión. Creo que eso es lo mínimo que tiene que ofrecer.
Foto: Gaizka Peñafiel.
¿También seguirás en ese frente?
Sí, estoy trabajando en algunos proyectos que verán la luz el año que viene.
Así que ya vas rellenando ese folio en blanco del que hablábamos….
Sí, no tengo ninguna intención de quedarme quieto, ya que, además, me es imposible. Mi intención es seguir haciendo música, por supuesto.
Y qué es la música para ti? Sirve para algo? Es más, ¿debe servir para algo?
En la medida en la que sirve para transmitir sentimientos e ideas, creo que también sirve para transformarlos. La música tiene una gran fuerza y un gran poder.
Para mí, la música es todo. Ha sido mi pasión desde pequeño, más tarde fue también mi hobby y ahora es también mi trabajo. Así que si me quitas la música… No sé si no sería mejor que me quitaran el oxígeno.
¿Qué música escuchas?
Pues, mira. Un minuto antes de comenzar esta entrevista estaba escuchando Alt-J en el coche. Me encanta ese grupo, y todavía no he podido verles en directo.
Pero me encantan grupos mucho más mainstream: me gustan mucho Major Lazer, un proyecto totalmente electrónico; también escucho mucho el grupo reggae Dub Inc; Hoffmaestro, un grupo sueco increíble que mezcla country, ska, roksteady y electrónica; y el grupo británico de drum&bass Chase & Status.
Para terminar, te propongo un test…
Una canción de Vendetta: “Ekainak 24”
Un concierto en la carrera de Vendetta: En Arbizu, en 2012
Un grupo o solista vasco: Berri Txarrak, más en este momento
Un grupo o solista extranjero: Hoffmaestro
Un disco imprescindible: El disco homónimo de Bon Iver
Un concierto inolvidable como espectador: Clean Bandit, en Valencia