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Música

“Infrasoinuak”

Berri Txarrak eleva la melodía sobre el ruido de fondo en 'Infrasoinuak'

Natxo Velez | eitb.eus

El trío lanza su noveno disco, un trabajo espontáneo de punk rock que rebosa melodía, grabado en EE. UU. con el productor Bill Stevenson a los mandos.

Euskaraz irakurri: Berri Txarrak, azpiratutako soinuak azaleratzen

Una de las mejores cosas que se puede afirmar sobre un grupo que ha sobrevivido el tiempo suficiente para asentar su carrera es que ha conseguido un sonido propio, y, hablando de Berri Txarrak, es un hecho que han construido una personalidad sonora totalmente identificable. Sus seguidores se encuentran como en casa arropados por las briosas guitarras y las agradables melodías de Gorka, los poderosos ritmos de batería de Galder y las líneas de bajo ora graníticas ora danzarinas de David (“Zaldi zauritua” o “Sed lex” son claros ejemplos).

Infrasoinuak supone un nuevo avance en el camino trazado hasta ahora por Berri Txarrak en territorios habitados por el metal, el punk rock y el pop; y es que si podemos decir que los discos Jaio.Musika.Hil y Denbora da poligrafo bakarra supusieron en su momento un salto en la ruta del trío, este nuevo trabajo constituye otro paso más en ese camino. Un paso adelante, indudablemente, como corresponde a un grupo poco condescendiente consigo mismo y con su pasado, y poco dado a mirar atrás.

Canciones que fluyen

Las diez canciones que componen el disco, registrado bajo la dirección del músico (Black Flag, Descendents) y productor (Rise Against, Propagandhi, Lagwagon…) Bill Stevenson en los estudios The Blasting Room de Colorado (EE. UU.), fluyen ligeras a cada escucha, ayudadas por una impecable producción.

Impulsadas por la melodía (se trata del más melódico de sus últimos trabajos), las composiciones discurren livianas desde el oído al corazón del oyente. Desde que el sonido constante de una guitarra y la voz de Gorka Urbizu abren el disco en “Dardararen bat”, la escucha avanza como si se tratara de una bola de nieve imparable, propulsada por los ritmos de batería, los zigzagueantes bajos y, sobre todo, los pegadizos estribillos.

Predominio del punk rock y el pop

El metal es el elemento que más atenuado queda en Infrasoinuak del tridente sónico que define al grupo, y son el punk rock (territorio en el que Bill Stevenson se mueve como pez en el agua) y el power pop (en “Beude” resuenan Weezer) los estilos que predominan en este disco de treinta minutos, en los que también caben el rock en su más amplio sentido, el stoner (en “Hozkia” se adivinan guitarras dignas de Queens of the Stone Age) e incluso un arreglo reggae que recuerde a Police en la pegadiza (imposible dejar de tararearla) “Spoiler!”.

En el apartado lírico sigue sobresaliendo la pluma de Urbizu, quien, huyendo de verdades absolutas, abre ventanas al oyente y continúa camuflando mensajes dolorosos, incómodos y graves en dulces melodías: “y qué tenemos nosotros que ofrecer/más que el deseo de estar en otro lugar/y este exhibicionismo/más que la condena de ser testigos/cuando hace tiempo que se conoce el veredicto”.

El trío ha despejado ya, por tanto, la incógnita que abrió el monumental ejercicio de estilo que supuso su anterior “Denbora da poligrafo bakarra”, y ha desvelado hacia dónde se ha movido en este disco más inmediato y espontaneo, más visceral. Ahora, llega la hora de comprobar cómo suenan estas canciones en directo, y la primera oportunidad en Euskal Herria será en 17 de marzo, cuando actuarán en el BEC de Barakaldo.

C de Barakaldo.