Literatura
Entrevista
Beñat Sarasola: 'Si depende del mercado, la literatura está perdida'
Natxo Velez | eitb.eus
Hoy se presentan los tres nuevos números de la colección “Munduko Poesia Kaierak”, tres antologías de Nijole Miliauskaite, Stephane Mallarme y Miroslav Holub. Beñat Sarasola nos habla sobre ellos.
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"Munduko Poesia Kaierak", dirigidos por Beñat Sarasola, comenzaron a publicarse en 2014
Euskaraz irakurri: Beñat Sarasola: 'Merkatu-logikan erorita, literaturarenak egin du'
Decidirse hoy en día a publicar literatura es un acto valiente; hacerlo con la poesía solo puede achacarse, desde un punto de vista económico, al espiritu aventurero de quien emprende tan osado viaje; y ni qué decir tiene que apostar aquí y ahora por editar antologías de poetas universales traducidas al euskera resulta poco menos que una heroicidad, una tarea que rayará para algunos la inconsciencia.
Pues precisamente esa proeza es la que la editorial Susa viene realizando desde marzo de 2014 a través de su colección "Munduko Poesia Kaierak", dirigida por Beñat Sarasola. Cada año publican seis cuadernos, tres en primavera y tres en otoño, en los que presentan antologías traducidas al euskera de otros tantos poetas universales más o menos contemporáneos.
Hasta hoy, han llevado al euskera la poesía de Aime Cesaire, Emily Dickinson, Sophia de Mello, Anne Sexton, Paul Celan y Ángel González entre otros autores, hasta llegar a las quince publicaciones, a las que hay que sumar los tres cuadernos presentados hoy, los relativos a los poetas Nijole Miliauskaite, Stephane Mallarme eta Miroslav Holub.
El público puede suscribirse a la colección pagando 40 euros por recibir los seis números anuales, y también es posible adquirirlos por separado en las librerías.
Hemos hablado con Beñat Sarasola, para que nos cuente más cosas sobre "Munduko Poesia Kaierak".
La colección ya ha llegado hasta los 18 números. ¿Qué acogida ha tenido hasta ahora?
Estamos muy contentos con la acogida. Hasta ahora solo han existido algunos intentos aislados de traducir poesía al euskera, y, por tanto, no sabíamos si existía un público suficientemente amplio para que una colección como la nuestra fuera rentable. La experiencia nos ha enseñado que sí que la hay.
Es cierto que su principal sustento son los suscriptores y que en la tiendas no se vende demasiado, pero esos 150 suscriptores tienen un gran valor para nosotros. Sabemos que tenemos al menos 150 lectores fijos de poesía que reciben cada seis meses sus tres cuadernos.
Además, otra cosa que nos ha alegrado mucho es la atención que los medios han prestado a la colección. Somos conscientes de que la poesía no es un contenido que normalmente tenga demasiada presencia pública, pero casi todos los medios vascos nos han mostrado su interés por los cuadernos.
¿Habéis notado diferencias en la venta de algunos cuadernos concretos? ¿Ha habido algun autor que haya tenido una mayor repercusión que el resto?
Hay una razón impepinable por la que no hay una gran diferencia de ventas, y es que trata de un pequeño proyecto con una tirada inevitablemente pequeña. Normalmente, un mayor volumen de ventas no se ha debido, por ejemplo, a la fama de autor, sino a que los traductores de un cuaderno concreto hayan organizado algún espectáculo o lectura pública. Es el caso de los números dedicados a Miguel Hernández (Josu Landa) y Anne Sexton (Harkaitz Cano).
Diría, además, que esa es la forma más eficaz de difundir la poesía: se vende más en los recitales que en las tiendas.
El trío de lanzamientos de este otoño está protagonizado por Nijole Miliauskaite, Stephane Mallarme y Miroslav Holub. ¿Qué nos podrías decir de la poesía de cada uno de ellos?
Miliauskaite es, seguramente, la más conocida de los tres. Su poesía muestra una maravillosa sensibilidad, sobre todo a la hora de describir la niñez y la naturaleza (las plantas y las flores, por ejemplo).
Sobre Mallarme, es díficl decir nada nuevo; se trata de uno de los más grandes poetas del sigo XIX, que revolucionó la propia historia de la poesía.
Sobre Holub, por su parte, diría que el rastro más distintivo de su escritura es la forma de conjugar ciencia y poesía; nos muestra que la ciencia no tiene por qué ser ajena a la poesía.
¿Bajo qué criterios elegís a los poetas que forman parte de "Muduko Poesia Kaierak"?
El principal criterio es que se trate de poetas con un gran valor literario. El intervalo temporal en el que nos vemos es el que va desde la modernidad, más o menos desde mediados del siglo XIX, a la actualidad, e intentamos que sea una elección equilibrada en todos los aspectos: procedencia del poeta, idioma en el que escribió, género, estilo…
Obviamente, tenemos muchas dificultades para hacer todo de la manera que quisiéramos, y, por poner un ejemplo, todavía apenas hemos podido traducir a poetas no occidentales. Intentaremos solventar esas dificultades en los próximos números.
La colección surgió para responder al vacío generado por la falta de poesía traducida en euskera. ¿A qué crees que se debía?
Yo creo que se debe, sobre todo, a la falta de viabilidad económica. Además, incluso en las colecciones que han escapado a esa lógica (Literatura Unibertsala, por ejemplo), apenas se ha traducido poesía.
Creo que aunque en Euskal Herria escribir poesía ha estado relativamente extendido, eso no concuerda con la poca poesía que se ha traducido, lo que repercute negativamente en la creatividad.
¿Qué opinas de la situación de la traducción literaria? ¿Es el camino, como algunos defiendan, ceñirse a traducir al euskera obras que no estén escritas originalmente en castellano o en francés o traducidas a los mismos?
Muchas veces se ha dicho que es importante traducir al euskera libros que no estén disponibles en francés y, sobre todo en este caso, en castellano, pero mí punto de vista difiere de esa opinión. Creo que para que el euskera sea un idioma autónomo, deberíamos dejar de mirar qué hacen o dejan de hacer los idiomas de nuestro alrededor.
No me parece conveniente esa subordinación; desde un punto de vista mercantil, puede tener sentido, pero tenemos que tener claro que, si cayéramos a ciegas en esa lógica, la literatura vasca y la propia literatura en toda su extensión estarían perdidas. Por eso no renunciamos a traducir de vez en cuando a algunos poetas que escribieron en castellano.
Aparte de tener presente que existen euskaldunes que no sabes castellano, hay que entender que cada traducción –y más si cabe en el caso de la poesía– nos traslada a un nuevo mundo que merece la pena visitar liberado del yugo de su original. No es lo mismo leer la poesía original de Mallarme, o leer las traducciones que de su trabajo han efectuado Octavio Paz o Josu Landa; ambas enriquecen el original. Eso es lo bonito de la poesía.
¿Qué nos puedes adelantar de las próximas entregas?
Pues, por ejemplo, podemos decir que el año que viene vamos a publicar un cuaderno traducido directamente desde el japonés. Ahora que precisamente han premiado a Bob Dylan, nosotros estamos trabajando con el otro Dylan, Thomas Dylan. Adrienne Rich y Alfonsina Storni también están ahí…
ién están ahí…