cultura
Guggenheim de Bilbao
Los retos de Miren Arzalluz
EITB MEDIA
A partir del 1 de abril, ¿qué retos le esperan a la nueva directora del Museo Guggenheim de Bilbao? ¿Qué pasos dará en torno al Guggenheim de Urdaibai? ¿Seguirá el sueño de su predecesor de traer el "Guernica" de Picasso?
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Imagen de archivo del museo. Foto: Juan Luis Albaizar Buisán
Euskaraz irakurri: Miren Arzalluzen erronkak
El próximo 1 de abril, Miren Arzalluz asumirá oficialmente la dirección del Museo Guggenheim Bilbao. A su llegada, hereda un museo consolidado que se ha convertido en un ícono cultural y económico de Bilbao y de toda la CAV. Sin embargo, Arzalluz enfrentará retos importantes, desde la polémica sobre el Guggenheim en Urdaibai hasta la posibilidad de traer el emblemático Guernica de Picasso a las salas del museo. Su mandato estará marcado por la evolución de la institución hacia una mayor inclusión, tanto de artistas locales y mujeres como del propio público vasco en la vida cultural del museo.
Uno de los desafíos inmediatos que tendrá la nueva directora será el controvertido proyecto de expansión del Guggenheim en la reserva de la biosfera de Urdaibai. Este plan ha despertado una fuerte oposición entre sectores ecologistas y parte de la sociedad vasca, que consideran que la construcción del museo amenaza el equilibrio ambiental de la zona. La plataforma Guggenheim Urdaibai Stop, que ya ha organizado movilizaciones esta semana, ha instado a Arzalluz a que una de sus primeras decisiones sea descartar este proyecto.
Su predecesor, Juan Ignacio Vidarte, tenía como propósito exhibir en el Guggenheim Bilbao el Guernica de Pablo Picasso. Vidarte deja el cargo sin haber conseguido este ambicioso sueño, que chocó con la negativa del Museo Reina Sofía en Madrid, actual custodio de la obra. Queda por ver si Arzalluz mantendrá esta aspiración.
Arzalluz también hereda una institución sólida, con unos números que a Vidarte le han sido muy favorables. Al arrancar su andadura, el museo se conformaba con medio millón de visitantes al año; sin embargo, hoy son más de un millón al año, y el techo de visitas parece no haberse alcanzado aún. Habrá que ver si la nueva dirección consigue superar estas cifras para no quedarse a la sombra.
Además de estos desafíos, la nueva directora ha dejado entrever que podría trabajar en un enfoque más inclusivo, con el objetivo de fortalecer la presencia de artistas vascos y mujeres en las colecciones y exposiciones del museo.