cultura
Entrevista
'Tabakalera girará sobre el pensamiento, la formación y la creación'
Natxo Velez | eitb.eus
Ane Rodriguez, directora cultural del Centro Internacional de Cultura Contemporánea, nos da las claves del espacio, que aspira a ser centro de producción y ofrecer un programa público de actividades.
Hoy ha abierto sus puertas Tabakalera, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián; la antigua fábrica de tabaco, cerrada en 2003, se ha sacudido el polvo, se ha transformado de arriba abajo y ampara ahora la creatividad, tanto en su práctica y como en su consumación, en aquellos espacios que un día ocuparon hojas y cajetillas de tabaco.
Como nos ha explicado Ane Rodriguez, directora cultural del centro, el funcionamiento del espacio obedecerá a un doble objetivo: Tabakalera será por un lado un centro de producción artística que pondrá a disposición de creadores todos los medios que necesiten y por otro ofrecerá una programación pública de actividades dirigida a todos los ciudadanos.
Ane Rodriguez nos habla en esta entrevista sobre el funcionamiento, los recursos y los objetivos del centro y muchos otros aspectos.
¿Qué necesidades viene a cubrir Tabakalera? ¿Por qué era necesario para la ciudad un proyecto como este?
Por una parte, como centro de creación, Tabakalera aportará un lugar de trabajo a los creadores. Hoy en día ya existen varios centros de exposiciones y festivales apoyados por las Administraciones pero no hay ningún espacio de estas características en lo que respecta a la creación.
Además, Tabakalera ofrecerá un programa público integral, y también se llevarán adelante en el centro proyectos derivados de las sinergias creadas entre diferentes entidades.
Además de la cultural, Tabakalera traerá otras transformaciones al día a día del barrio de Egia, tendrá impacto en la vida de los vecinos del barrio...
Estamos convencidos de que será un cambio positivo. Ya es palpable la mejoría en el espacio público que rodea el edificio: se ha derribado la valla en torno a Tabakalera y tanto el edificio como el espacio que lo rodea lucen ahora más amplios.
Además, tener un espacio como Tabakalera va a ser un lujo, porque posibilitará participar en varias actividades y proyectos.
Se trata de un proyecto eminentemente innovador pero enraizado profundamente en la historia. ¿Cómo habéis afrontado esa dualidad?
Esa historia está presente inevitablemente en el edificio de una u otra manera. Además, hemos dedicado un espacio, el sótano, a esa memoria. Es un pequeño espacio que guarda la estructura primigenia del edificio y desde el que, con la ayuda de los artistas Pablo Marte y Marion Cruza, hemos emprendido un proyecto junto a un grupo extrabajadores de la fábrica.
Será un proyecto precioso, del que daremos todos los detalles en los próximos meses.
¿Qué evolución ha sufrido el proyecto? ¿En qué difiere el edificio inaugurado este 11 de septiembre con respecto al primer esbozo tanto en lo concerniente al proyecto cultural como en lo relacionado con la arquitectura del espacio?
En la anterior fase de Tabakalera, el proyecto cultural abarcaba todo el edificio. El principal cambio llegó en 2010, cuando confluyeron varios proyectos y se cambió la gestión del proyecto. La aportación económica de Kutxa supuso que dispusieran de varios metros cuadrados para su propia gestión, y se le abrió la puerta a ofrecer otros espacios a la explotación privada.
Aún así, aunque haya diferencias entre aquel primer proyecto y el que hemos presentado, bastantes cosas se mantienen igual. Es un centro de creación y su eje son las prácticas artísticas contemporáneas, en las que el soporte audiovisual tendrá una especial presencia.
Por supuesto, estos cambios se han visto reflejados en el edificio. Al principio, estaba proyectado que hubiera dos salas de cine, y ahora solo existe una; antes, la biblioteca ocupaba una planta completa, y ahora unos 2200 metros cuadrados... El espacio actual está planteado con la flexibilidad como premisa.
¿De qué medios dispondrán los ciudadanos en Tabakalera para poder crear, producir y mostrar sus creaciones?
Siempre decimos que Tabakalera tiene dos tareas principales: ofrecer apoyo y medios para su labor a los creadores profesionales por un lado y, por otra parte, ofrecer a todos los ciudadanos una programación pública.
Además, por ponerte un ejemplo, los ciudadanos dispondrán de medios para crear en la biblioteca de creación. En ese sentido, Ubik, que ese es su nombre, será el espacio en el que los ciudadanos encuentren medios para crear: cámaras, plató, tecnología, herramientas de autoedición...
La intención es acercar los procesos y canalizar poco a poco el resto de programas que forman un proyecto cultural.
¿Caben todas las disciplinas en Tabakalera? ¿Qué áreas de la creación tendrán su hueco en el proyecto?
Nos definimos como un espacio multidisciplinar. Hoy en día, la creación toma diferentes formas y expresiones. Queremos darle importancia a la reflexión, y, partiendo de ella, explicar cómo reflejan nuestra contemporaneidad las prácticas artísticas de hoy en día.
También es cierto que los audiovisuales tendrán una presencia especial, claro, ya que disponemos de una sala de cine. Se basará en el pensamiento, la formación y la creación.
Ubik será una mediateca, una biblioteca de creación, de 2400 metros. ¿Qué ofrecerá y en qué formatos? ¿Qué la diferencia de una biblioteca tradicional?
Ubik tiene dos características principales. Por un lado, su fondo se nutre de manifestaciones de cultura contemporánea (audiovisuales, arquitectura, pensamiento, tecnología, arte...); por otro lado, ofrece servicios y recursos orientados a la creación.
El fondo estará disponible en todos los soportes: sonido, audiovisuales, papel, digital... Pero Ubik también será un espacio de creación. Existirán diferentes estaciones de trabajo en las que se trabajará diferentes ámbitos temáticos: un par de puestos para la tecnología, otro para la autoedición, un plató de audiovisuales...
Podremos reservar esos espacios en Ubik de la misma manera que se reserva un ordenador en una biblioteca convencional, ya que desarrollaremos un programa para poder utilizar esos recursos. El objetivo es acercar poco a poco otros ámbitos de los proyectos culturales al público general, por lo que la biblioteca de creación sería un punto de partida.
Otra de las funciones de Ubik será reflejar los programas que se desarrollarán en los proyectos culturales y prestar la ayuda necesaria para poder profundizar en ellos.
Además también se pondrá en marcha el programa Hirikilabs, que acercará las tecnologías sociales y digitales a los ciudadanos....
Sí, los laboratorios son recursos del proyecto cultural y tienen su propia línea de trabajo. Además, los pueden usar tanto los creadores que estén realizando una estancia como nosotros mismos. De cara a la apertura, hemos creado algunas cosas con nuestras máquinas en Hiriklabs. Los recursos podrán usarse también mediante convocatorias de proyectos.
Por otra parte, respecto al programa que se desarrollará en ellos, se ofrecerán actividades dirigidas a la comunidad tecnológica, pero también habrá, como no podía ser de otra manera, talleres orientados a toda la familia en los que la divulgación será determinante. El principal objetivo es potenciar el lado social de la tecnología.
¿Cómo atraeréis al público a las actividades? ¿De qué oferta dispondrá el público no especializado?
Nuestro programa está dirigido a todos los ciudadanos; no tiene por qué tener como objetivo un público experto, sino aquel que muestre interés. Por ejemplo, las exposiciones irán acompañadas de un proyecto educacional para reafirmar los contenidos. Todo esto tiene como finalidad implicar al público general e ir creando paso a paso un público crítico.
Eso se refleja en la programación cinematográfica, que será muy amplia. Y es que en esta ciudad y en esta comarca hay muchos cinéfilos. Invitaremos a cineastas y otros expertos para poder profundizar en los temas a debate.
En general, habrá una nutrida oferta de temas dirigida al público general, que se desarrollarán a través de cursos y seminarios. Partiendo de la tecnología, se tratará sobre arquitectura y urbanismo, audiovisuales, talleres especiales?
También tenemos claro, eso sí, que queremos llevar a cabo actividades festivas de cara al verano, más ligeras, aprovechando el buen tiempo.
El Zinemaldia, el Instituto Etxepare, La Filmoteca Vasca y la Fundación Kutxa se establecerán en el edificio. ¿Qué vías abre esa circunstancia?
Ya estamos en contacto con todas esas instituciones, y, en muchos casos, en proyectos que ya están en marcha. Compartir edificio supone un claro beneficio a la hora de gestionar ese trabajo común.
Los miembros de la Filmoteca Vasca han llegado a sus nuevas oficinas esta misma semana y la verdad es que es muy emocionante. El director Joxean Fernandez puede subir en cualquier momento a aclarar dudas sobre cualquier proyecto común.
Va a facilitar mucho las cosas, y ese día a día va a hacer que emprendamos nuevos proyectos.
¿Cómo se financiará la actividad de Tabakalera?
Nuestro objetivo es que los gastos propios del edificio sean autofinanciados para que el dinero que recibimos de las instituciones se pueda emplear únicamente en el proyecto cultural. La autofinanciación es posible gracias a que los ?vecinos? compartiremos gastos, a los cánones o alquiler de sitios de oportunidad y al alquiler puntual de espacios propios para iniciativa privada y patrocinadores.