cultura
En Leire
Ramón Andrés recibe el Premio Príncipe de Viana
Agencias | Redacción
El galardonado ha reivindicado las letras y la música como una forma de “resistencia” y ha mostrado su "sincero agradecimiento por la existencia del premio".
El escritor y musicólogo Ramón Andrés ha recibido este miércoles el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2015 reivindicando que su dedicación a las letras y a la música es "una forma de resistencia" y ha valorado que la pervivencia de este galardón "viene a hacer frente al progresivo desmantelamiento al que está sometida precisamente la cultura".
Ramón Andrés (Pamplona, 1955), que ha recibido el galardón en el monasterio de San Salvador de Leyre en un acto presidido por los Reyes de España, Felipe y Letizia, ha mostrado en reiteradas ocasiones su agradecimiento por la concesión de este premio, explicando que para él ha sido un "regalo".
"Debo rendir las gracias más sinceras por su concesión, y, también, por distinguir a alguien que procura hacer de las letras, y no menos de la música, una forma de resistencia. En una labor eminentemente solitaria como la mía, verme hoy aquí, rodeado de sus respetadas personas, representa un auténtico acontecimiento, o, por mejor decir, un regalo", ha afirmado.
Ramón Andrés no ha querido olvidarse de las personas que han optado a este mismo premio, "ni de todo aquel que trabaja día a día con denuedo, a veces proyectando la silueta de Sísifo". "Si me fuera dado pedir algo, pedir, desde el respeto, no sería otra cosa que ayuda, en la medida de lo posible, a todos cuantos nos hallamos en condiciones más o menos precarias a causa de haber decidido tomar el difícil camino del conocimiento y el saber", ha planteado.
El ser humano, "un eslabón del Ser"
Andrés ha explicado así que "el nihilismo, el olvido 'del otro', 'de lo otro', 'de los otros', se están convirtiendo, y no de manera lenta, en las marcas de una civilización que debe pensar, ciertamente, qué significa su nombre, el cual, como bien sabemos, conduce a la definición de ciudadano, un ciudadano que, día tras día, ve menguada su condición para ser convertido en un mero cliente, un cliente de la nada, del exceso, como se ha dicho ahora".
Ramón Andrés ha pedido que "no todo quede reducido al 'homo thecnicus', porque esta faceta, la de la técnica, es solamente una parte de lo que es en sí el ser humano, a saber, un portador de sentido, una herencia de significados, un eslabón del Ser".