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Zinemaldia 2024

Entrevista

Maider Oleaga: "Si se necesita contar una historia, da igual el tamaño de la película"

Natxo Velez | EITB Media

La cineasta Maider Oleaga presenta en el Zinemaldia el documental "Kuartk Valley", un trabajo sobre un western rodado por los habitantes de Kuartango, en Álava.

  • Maider Oleaga, directora del documental "Kuartk Valley"

    Maider Oleaga, directora del documental "Kuartk Valley"

Euskaraz irakurri: Maider Oleaga: "Istorio bat kontatzeko beharra badago, berdin du pelikularen tamainak"

Más allá de los medios disponibles en cada momento, el principal ingrediente de cualquier historia son las ganas de contarla. Y los vecinos de Kuartango José Luis Murga y Oier Martínez de Santos demostraron ganas de sobra para cumplir su sueño y finalmente estrenar en 2014 "Algo más que morir", un western rodado casi sin medios materiales pero con el apoyo de muchos kuartangarras.

Ahora, Maider Oleaga (Bilbao, 1976) estrena en el Zinemaldia la película "Kuartk Valley", un ejercicio de metacine que desgrana la intrahistoria de aquel wéstern llevado a cabo por los habitantes de Kuartango con pocos medios pero mucha pasión.

Hemos hablado con ella.

¿Cuándo y cómo supiste de la existencia de la película "Algo más que morir"?

Una vez fui a Kuartango por casualidad, con unas amigas, y supe que allí se había rodado un western. Busqué información en Internet, y entonces vi que habían hecho "Algo más que morir" con muy poco dinero y con el apoyo de todo el pueblo. Recuerdo que pensé que ahí había un documental, una oportunidad de hacer una película y difundir la historia.

En 2014 vi la película en los cines Florida de Vitoria, en un pase privado para los habitantes de Kuartango, y ya en 2015, después de aceptar rodar un documental sobre la experiencia, comencé a ir a Kuartango y conocer a la gente involucrada en la película. Pero no empezamos a filmar hasta 2018, ya que se cruzaron en mi camino otros dos proyectos, "Muga deitzen da pausoa" e "Iragan gunea. Berlin".

Ha sido un proceso largo, y estamos muy contentos de poder estrenar la película finalmente. Me parece una historia alucinante, y para los amantes del cine es muy especial saber que se ha rodado un wéstern en un valle de Álava apenas sin dinero. La pasión por el cine está ahí, y me identifico mucho con ello.

Además, me parece importante cómo toda la comunidad colabora en cumplir el sueño de dos hombres. La fuerza de la colectividad está en el centro de la historia, y eso me resultó muy atractivo.

'Kuartk Valley'

'Kuartk Valley'

La película muestra un amor por el cine muy puro. Desde tu experiencia, ¿se puede mantener ese amor en la medida en la que los proyectos crecen o el tamaño de los proyectos cambia la forma de tomarse las películas?

El tamaño y el presupuesto de las películas condiciona mucho el proceso creativo, pero en el fondo siempre persiste lo mismo, ya sea un proyecto grande o pequeño.

Sacar una película adelante te exige un gran esfuerzo, incluso durante varios años, y si en el centro no está la pasión por contar una historia, es imposible avanzar, no se encuentra el ímpetu suficiente. 

Al menos desde mi experiencia, si se necesita contar una historia, da igual el tamaño de la película en cuestión.

 "Kuartk Valley" aparece adornado, a modo de guiño, de los convencionalismos del western. ¿Cómo has vivido el proceso de apropiarte de los clichés del wéstern y sumarlos a tu personal modo de hacer cine?

Yo soy cinéfila antes que cineasta. Amo el cine como espectadora, y he visto desde pequeña tanto clásicos de Hollywood como películas de género. El western siempre ha estado presente en mi vida, y no me es ajeno.

Además, durante el proceso, he vuelto a ver por segunda y tercera vez algunos títulos y descubierto otros cuantos, así que he disfrutado mucho.

Quienes amamos el cine muchas veces hacemos las películas que podemos, más allá de que tengamos otras muchas en la cabeza: películas de género, películas con un mayor presupuesto… Y para mí ha sido muy bonito hacer "Kuartk Valley" y disfrutar del western como una niña.

En "Kuartk Valley" también aparece un elogio al trabajo común, en tiempos de un individualismo salvaje. En tiempos en los que está cambiando incluso la forma de disfrutar el cine, ¿crees que tiene algún sentido el cine sin comunidad, sin compartirlo?

Sí, la fuerza del trabajo en común tiene mucha importancia en la película, me pareció desde el principio uno de los rasgos principales de la historia. Para mí, hacer una película es un ejercicio de comunicación: el cine se hace para que otra persona lo reciba, y existe dentro de la cultura y la sociedad, dentro de la colectividad.

Por lo tanto, no. Creo que no se puede entender el cine sin la comunidad.

'Kuartk Valley'

'Kuartk Valley'

A lo largo de tu carrera, has participado en el Zinemaldia de formas diferentes: jurado, presentando películas… ¿Qué relación tienes con el festival?

Me siento muy agradecida. Muchas de mis películas se han estrenado ahí, y eso supone un gran empujón para ellas.

Como espectadora, el Zinemaldia te ofrece una oportunidad de sentirte parte de la comunidad que te comentaba antes, y eso me alegra mucho. Me gustaría que fuera así durante todo el año, pero al menos durante el Zinemaldia las salas están llenas de gente, y es precioso verlas así.

Se apagan las luces, comienza la película y esa es la mejor manera de verlas. En la sala, las películas se ven y se escuchan de otra forma, están hechas para eso. Y, además, en el Zinemaldia se ofrecen películas de gran calidad que, de otra manera, sería difícil poder ver.

Además también sirve de punto de encuentro para los profesionales, pero lo fundamental es ver películas y existen opciones maravillosas para eso durante el festival.

Además de este largometraje documental, tienes listos dos cortometrajes: "Irrits" y "Kinka". ¿Qué nos puedes contar sobre ellos? ¿Estás trabajando en algo más?

 "Kinka" lo rodamos el diciembre pasado, y pertenece a Itxitik, una convocatoria de Zineuskadi para hacer películas sobre el confinamiento. Los actores son Elena Irureta, María Isabel Díaz y Josean Bengoetxea, y cuenta una breve historia ocurrida durante la pandemia. Querríamos estrenarlo antes de fin de año.

 "Irrits" lo acabamos de rodar en agosto, en Álava. Las productoras son Galapan y Sumendi, al igual que en "Kinka", y empezaré a montarlo ahora. Es una historia sobre adolescentes, y estoy muy contenta con cómo ha ido el rodaje. ¡Tenemos muchas ganas!