Arte
Performance
Abel Azcona coge la mano de su madre 37 años después
Natxo Velez | EITB Media
El artista navarro realizará este martes, 1 de abril, en Madrid la performance "El encuentro final", en la que volverá a encontrarse con su madre, Isabel Gómez Aranda, después de que esta lo abandonara inmediatamente después de su nacimiento.
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Abel Azcona, preparado para la performance "El encuentro final". Foto: abelazcona.art
Euskaraz irakurri: Abel Azconak amaren eskuari helduko dio 37 urte geroago
El artista pamplonés Abel Azcona (Madrid, 1 de abril de 1988) se enfrenta este martes, 1 de abril, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a la obra "más dura e íntima" de toda su carrera, la performance El encuentro final, una "acción artística" en la que Azcona volverá a ver y tocar a su madre biológica, Isabel Gómez Aranda, justo 37 años después de que la mujer, con un pasado atravesado por la vulnerabilidad de la adicción a las drogas, la prostitución y las agresiones, lo abandonara recién nacido, en la incubadora, al haber nacido con alcoholismo fetal.
Azcona pone fin así a Los pasos hacia la madre, una obra procesual completa que comenzó el 19 de octubre de 2023, cuando Gómez Aranda contactó con el artista, cuya obra (escritura, arte procesual, video, acción, pintura, escultura, fotografía e instalación) es radicalmente autobiográfica, para decirle que es su madre. Ella era esa persona cuya ausencia ha marcado palpablemente la obra de Azcona.
Desde entonces, Abel Azcona ha documentado y expuesto en el compendio de obras y acciones Los pasos hacia la madre todos los movimientos –la lectura pública de una prueba positiva de ADN, mensajes entre madre e hijo ("es algo que no me perdonaré nunca porque, por más que me pregunto, no encuentro la razón por la que te abandoné", afirma Gómez Aranda en uno de ellos), llamadas, preguntas y respuestas– hacia la performance de este martes, en la que, manteniendo la coherencia con su descarnada forma de entender el arte, se enfrentará de tú a tú a uno de sus traumas, la aceptación de su orfandad y la búsqueda de los orígenes y la identidad.
Durante todo este proceso, Abel Azcona se ha rencontrado en otra acción artística con Manuel Lebrijo González, su padre en la partida de nacimiento original aunque no biológico. Ambos se subieron en silencio a dos peanas contiguas y enlazaron sus manos por unos minutos el 11 de noviembre de 2023 en la sala Amós Salvador de Logroño, después de haber repetido el viaje a un pueblo de Badajoz donde Lebrijo trasladó a Azcona cuando este tenia tres años y lo retuvo.

Viaje performativo incluido en el proyecto 'Volver al padre'. Foto: Abel Azcona.
La acción del martes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (19:30 horas) va, según la comisaria Semíramis González, "más allá de lo personal, pues pone de manifiesto cómo el arte puede servir como un medio para sanar heridas, visibilizar el dolor y ofrecer resistencia a las estructuras patriarcales".
400 personas, a las que se ha invitado a que expliquen la motivación de su asistencia, serán espejos y receptores de un encuentro que propone "un espacio de reflexión sobre las violencias sufridas por ambos", y lo hará a través de la performance, "catalizador único", según González, "para transformar el dolor y la emoción en una experiencia artística y social que invite al público a ser testigo de un reencuentro tan profundo".
Precisamente ese espíritu transformador es el combustible para el arte de Azcona, que aborda en su prolífica obra temas fundamentales como la falta de amor, el deseo, la pérdida, el duelo, la memoria y los abusos (su obra "Amén" desencadenó un proceso judicial y la persecución de la Iglesia y fundamentalistas católicos).
Ya lo dijo Marina Abramovic, "madrina del arte de la performance" y colaboradora de Azcona, "en el teatro, la sangre es kétchup; en la performance, la sangre es sangre".

Las peanas, perparadas para 'El encuentro final', Foto: Abel Azcona.