Arte
Centenario de su nacimiento
Chillida: apuntes de una obra inagotable
Natxo Velez | EITB Media
Se cumplen cien años del nacimiento del escultor donostiarra Eduardo Chillida, uno de los grandes nombres del arte vasco del siglo XX. Hemos recogido algunos pormenores de su obra.
Euskaraz irakurri: Chillida: obra agorrezin baten lagin batzuk
Pintura, collage, dibujos, escultura –claro–, grabado… El artista Eduardo Chillida (San Sebastián, 10 de enero de 1924 - San Sebastián, 19 de agosto de 2002), uno de los nombres fundamentales del arte vasco del siglo XX, legó una obra y una influencia monumentales.
Su obra es más que conocida, tanto a través de su escultura pública presente en decenas de ciudades como mediante otras obras que han acogido, acogen y acogerán museos a lo largo y ancho del mundo; se han referido a ella, desde los más diversos puntos de vista, expertos y expertas de toda condición como, por ejemplo, Peter Selz, James Johnson Sweeney, Martin Heidegger, Emil Cioran y Octavio Paz.
En este texto, hemos recogido algunas muestras de esa amplia obra.
Puertas de la basílica de Arantzazu (Oñati)
Foto: Kamahele, CC BY-SA 3.0 DE
En 1954, Chillida creó las Puertas de la nueva basílica de Arantzazu tres años después de regresar de París y comenzar a trabajar el hierro. Ilarik, creada en 1951, fue su primera pieza en hierro y su primer trabajo abstracto, una vez relegada la figuración.
Las cuatro puertas de entrada forman un collage metálico logrado mediante la superposición de diferentes chapas. Estas planchas están formadas por chatarra y desechos industriales, material escogido por Chillida inspirado en la austeridad franciscana.
Además de Chillida, participaron en la construcción de la basílica de Arantzazu Jorge Oteiza, Nestor Basterretxea, Lucio Muñoz y Javier Alvarez de Eulate.
Peine del Viento XV (San Sebastián)
Además de uno de los trabajos más icónicos de Chillida, el Peine del Viento (esta pieza ha hecho suyo, por metonimia, el nombre de una serie completa compuesta por 23 piezas) es ya un símbolo de la propia capital guipuzcoana.
Situado al final del perfil izquierdo de la playa de Ondarreta, el conjunto está compuesto de tres piezas de unas nueve toneladas cada una y culmina un espacio diseñado por el arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui.
Chillida, ante el 'Peine del Viento'
Fue inaugurado el 3 de septiembre de 1977.
Símbolo de la UPV/EHU
La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) fue creada en 1980, y se presentó al mundo mediante este ideograma diseñado por Chillida y un verso de Iparragirre: "eman ta zabal zazu" (dalo y difúndelo).
Símbolo de la UPV
El artista donostiarra también diseño en el postfranquismo los símbolos de los movimientos contra la central nuclear de Lemoiz y a favor de la amnistia. Precisamente, este año el museo Artium de Vitoria dedicará la exposición Chillida. Usos aplicados, que se inaugurará el 15 de noviembre, a esta vertiente del artista.
Gernika y Berlín, como ejemplo de la obra pública
El arte público es, quizás, el apartado más conocido de la obra de Eduardo Chillida, como demuestra el propio Peine del Viento antes reseñado. Chillida estableció en numerosas y diferentes ocasiones un diálogo entre el arte y el espacio público, generalmente a través de piezas de gran volumen.
Washington, Doha, Gijón, Loiu, Grenoble, Barcelona, Helsinki, la propia San Sebastián… Podemos recoger ejemplos en ciudades de todo el mundo, pero en esta ocasión nos centraremos en dos: Gure aitaren etxea, en Gerinka, y Berlín, situada en la propia capital alemana.
Gure aitaren etxea fue inaugurada en 1988, en el Parque de los Pueblos de Europa, por encargo del Gobierno Vasco para recordar los 50 años del bombardeo infringido contra la localidad vizcaína y "en homenaje a la paz y la tolerancia".
Otro ejemplo de la prolífica obra pública de Chillida es "Berlín" (1999), pieza de acero de 6 x 6 metros y 90 toneladas que preside la sede de la Cancillería Federal de Alemania, en la capital. Representa dos brazos a punto de entrelazarse, símbolo de la reunificación alemana de 1990.
Chillida Leku (Hernani)
"Un día soñé una utopía: encontrar un espacio donde pudieran descansar mis esculturas y la gente caminara entre ellas como por un bosque". Estos deseos de Chillida se materializaron en el caserío Zabalaga de Hernani, cuando en septiembre de 2000 fue inaugurado el museo Chillida Leku.
Chillida Leku
Tras ser cerrado en 2010 por razones económicas y estilísticas y mantenerse nueve años sin acoger visitas, el sueño de Chillida fue revitalizado en 2019, y fue abierto de nuevo al público de la mano de la galería suiza Hauser & Wirth.
Chillida Leku alberga más de 40 obras de Chillida, "en conversación con el entorno", y el espacio sirve, además, como sede de exposiciones temporales de otros artistas y eventos de todo tipo.