28 de agosto de 1936. La marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad acababa de terminar en las escalinatas del Monumento a Lincoln. En ese lugar todo estaba preparado para que Martin Luther King, líder pacifista que luchaba por la defensa de los derechos civiles de todos los hombres y mujeres de Estados Unidos sin distinción por el color de su piel, ocupaba el escenario dispuesto a dar el que según los expertos continúa siendo el mejor discurso de la historia.
La música también ha hecho referencia en más de una ocasión al discurso de Martin Luther King “I have a dream”.
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