En febrero de 2012, un matrimonio de Mungia fundó la Asociación de Afectados por la Coroideremia; una forma progresiva de ceguera genética. Amaia Elguezabal y Francisco Javier Olea tienen cuatro hijos: 3 niños que han desarrollado la enfermedad y una niña, que es portadora de la misma. Estos padres no se resignan. Quieren rescribir el futuro de sus hijos y conseguir, al menos, frenar la evolución de la enfermedad. Sus esperanzas están puestas en la terapia génica. Para apoyar las investigaciones en curso han organizado para el viernes, 26 de abril, una cena benéfica en Ibarra Sagardotegia, en Amorebieta (Bizkaia).
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