Cerrar

La mecánica del caracol

Ciencia

La genética neolítica de Iberia y carne roja y riesgo de cáncer de mama

Eneko Iriarte participa en el análisis de las poblaciones del neolítico a la edad de bronce en la península ibérica. Reducir el consumo de carne procesada y roja disminuye el riesgo de cáncer de mama.

  • 54:34 min
imagen player
imagen player
imagen player

Un equipo internacional de investigadores entre los que se encuentran varios miembros del Equipo de Atapuerca han publicado un estudio multidisciplinaren la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) sobre la genética de poblaciones ibéricas a lo largo de 4.000 años, desde el inicio del Neolítico hasta la Edad de Bronce. Combinando datos arqueológicos, genéticos y de isótopos estables han analizado restos humanos del norte y sur de España, entre los que destaca el yacimiento arqueológico de El Portalón, que forma parte del conjunto de yacimientos de la Sierra de Atapuerca, (Burgos) y la Cueva de los Murciélagos de Zuheros (Córdoba), de la que se ha secuenciado el genoma de un agricultor neolítico de 7.245 años de antigüedad, convirtiéndolo en el genoma humano secuenciado más antiguo del sur de la Península Ibérica. Entre las conclusiones de este estudio está que los primeros agricultores llegaron principalmente a Iberia siguiendo una ruta costera por el norte del Mar Mediterráneo.

Este estudio demuestra que los individuos neolíticos ibéricos muestran diferencias genéticas con los primeros agricultores migrantes que se asentaron en el centro y norte de Europa. Esto sugiere que los primeros agricultores de Iberia remontan la mayor parte de sus antepasados a los primeros pueblos neolíticos que emigraron a la Península por la ruta mediterránea y que las aportaciones posteriores de sus homólogos centroeuropeos fueron menores en esta región. Eneko Iriarte, de la Universidad de Burgos, detalla esta investigación.

Las investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III  Elena Boldo y Marina Pollán lideran un estudio que ha analizado la relación entre el riesgo de sufrir cáncer de mama y el consumo de carne, teniendo en cuenta el tipo de carne, la cantidad que se consume y cómo se cocina. La principal conclusión es que el riesgo de sufrir cáncer de mama podría reducirse si se disminuye el consumo de carne procesada y curada y carne roja, especialmente si está muy hecha muy hecha o guisada.

Marta Macho presenta la historia de Olimpia Valencia, la primera doctora en medicina y ginecloga gallega.