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La mecánica del caracol

Ciencia

Grandes mujeres en la historia de la ciencia (IV)

E-C. | Radio Euskadi

La inventora del lavaplatos, Josephine Cochrane, da inicio a esta nueva serie de historias de mujeres que han contribuido al progreso de la ciencia y la tecnología.

  • 33:32 min
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En esta nueva serie, la profesora de la UPV-EHU Marta Macho, responsable de Mujeres con ciencia, repasa la historia de mujeres que, desde diferentes ámbitos, han contribuido al progreso científico de la sociedad.

Josephine Garis Cochrane, dama de la alta sociedad estadounidense, inventó y construyó la primera máquina lavaplatos. Ganó el premio al mejor invento en la exposición de Chicago de 1893 y fundó la Companía Garis-Cochran, que está en el origen de la empresa Whirpool.

La farmacéutica Josefa (Pepita) Barba-Gosé Flexner (Barcelona, 1903 – Filadelfia 2000) vio truncada su carrera investigadora debido a la guerra civil. En 1937, Josefa Barba atravesó clandestinamente la frontera para encontrarse con quien sería su marido y compañero de trabajo, Louis Flexner. En Estados Unidos pasó a llamarse Josefa B. Flexner, o simplemente J.B. Flexner. Al lado, o quizás a la sombra de su marido, desarrolló una notable carrera profesional y científica, que duró cerca de sesenta años. Este documental recupera las dos vidas científicas de Josefa Barba.

Jeanne Baret nació 27 de julio de 1740 en un pequeño pueblo de la Borgoña francesa. Aprendió botánica con el Dr. Philibert Commerson, botánico del rey Louis XVI y, como tal, tuvo que emprender un viaje a las Tierras Australes, acompañando al oficial de marina y exporador Louis-Antoine de Bougainville. Un auto prohibía a las mujeres embarcar en naves de la Marine Royale, así que Jeanne inició el viaje en l’Etoile el 1 de febrero de 1767, disfrazada de hombre, como ayudante de Commerson.  En 1773 Commerson falleció en la isla Maurice y Jeanne se vio forzada a casarse con un militar francés para poder regresar a Francia. Baret regresó a París en 1776, con más de 30 cajas selladas conteniendo 5.000 especies de plantas recolectadas durante sus viajes alrededor del mundo: 3.000 de ellas eran nuevas.

James Miranda Barry (hacia 1789-1865) fue un cirujano militar de la Armada británica. Aunque vivió su vida adulta como un hombre, la documentación de la que se dispone parece indicar que se le asignó el género femenino al nacer, fue educado como una niña –bajo el nombre de Margaret Ann Bulkley– y eligió vivir o se vio forzado como un hombre para poder ingresar en la universidad y proseguir la carrera de cirujano.

Izaskun Heras Prado fue una extraordinaria mujer, pionera con su ejemplo en la lucha e integración de las personas con discapacidad en los estudios universitarios. Izaskun fue una estudiante que a pesar de su discapacidad motriz severa, su dedicación e interés por aprender le permitió obtener dos Licenciaturas (Biología y Ciencias Ambientales) y proseguir sus estudios de postgrado realizando con gran éxito el Máster en Agrobiología Ambiental en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU. El ejemplo de Izaskun es el resultado del compromiso de la UPV/EHU a través del Servicio de Atención a Personas con Discapacidades, desde hace muchos años,  por la inclusión e igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad. El premio Izaskun Heras Prado para trabajos de Fin de Máster es un reconocimiento a su labor pionera y un ejemplo para toda la comunidad universitaria.

Isabel de Bohemia y del Palatinado fue una princesa calvinista que vivió durante los años centrales del siglo XVII y que, por su pertenencia a una familia directamente implicada en la Guerra de los Treinta Años, tuvo una vida muy azarosa. Ha pasado a la historia por dos motivos principales: haber mantenido una rica correspondencia con Descartes, el racionalista filosófico más influyente, y haber gobernado la Abadía de Herford, en Westfalia, durante sus últimos trece años de vida, donde dio protección a todos los perseguidos por razones de religión, fuese cual fuese su fe, que acudieron a ella.

Inge Lehman fue una sismóloga danesa que descubrió la discontinuidad que separa el núcleo externo del núcleo interno. La discontinuidad de Lehman fue descubierta en 1936 y demostró que existía un límite entre lo que hoy conocemos como el núcleo externo líquido y el núcleo interno sólido de la Tierra. El descubrimiento fue de gran importancia, ya que, hasta entonces se creía que la Tierra era hueca. Durante toda su vida se volcó en el mundo de la geofísica y, en 1971, ganó la Medalla William Bowie, la máxima distinción de la Unión Geofísica Americana, siendo la primera mujer en recibir ese galardón.

La microbióloga e ilustradora Fanny Hesse (1850-1934) es conocida por el trabajo realizado junto a su marido, el médico Walther Hesse (1846-1911), en el desarrollo del agar como medio para el cultivo de microorganismos. Fanny Hesse ayudaba a su marido en el laboratorio casero e ilustraba sus trabajos científicos. Sus representaciones de colonias bacterianas en diferentes fases de crecimiento mostraban los evidentes conocimientos en bacteriología y microscopía adquiridos a lo largo de los años.

Eva Crane fue una física nuclear que cambió su área de investigación por las abejas. Sus investigaciones la llevaron a viajar por más de sesenta países con el simple pero tenaz objetivo de estudiar a las abejas. Gracias a ello se convirtió en la mayor experta mundial en estos insectos y en una gran divulgadora que enseñó principios de apicultura a gobiernos, ONGs, apicultores y granjeros a lo largo de todo el planeta.

Elizabeth Philpot es una de esas mujeres dedicadas al mundo de la ciencia cuya vida y obra pasó desapercibida para la historia. Poco se sabe de ella, si no hubiera sido por su amistad y colaboración con Mary Anning, otra gran coleccionista de fósiles. El legado de Elizabeth Philpot descansa hoy en día en el Museo de la Universidad de Oxford y en el Museo Philpot, construido por uno de los sobrinos de las hermanas en Lyme Regis. Una especie de pez fósil, el Eugnatus philpotae, fue bautizado así por el paleontólogo suizo Louis Agassiz en su honor.

Fuente: Mujeres con ciencia