¿Cómo sería una ciudad diseñada por los niños?

La arquitectura y los espacios urbanos determinan, en muchas ocasiones sin que seamos conscientes de ello, la forma de relacionarnos con los demás, nos ayudan a mejorar la convivencia o por el contrario pueden generar espacios de exclusión social. Hace tiempo que el urbanismo inclusivo, aquel que empodera a la ciudadanía, se está teniendo en cuenta en la normativa y el urbanismo. Sin embargo, los diseños urbanos están a menudo condicionados por planes urbanísticos que se alejan del usuario final en el origen del proceso de creación. Si el espacio en cuestión va dirigido a los niños, esa participación activa es todavía residual.

Partiendo de la máxima de que si una ciudad es buena para la infancia lo es para toda la sociedad, está aflorando una masa crítica en Euskal Herria con una visión por la educación y la infancia, que busca colocar a los niños como receptores y referentes en la construcción del espacio. El arquitecto, omnipresente, se prepara así para un viraje hacia un pensamiento heterogéneo de la arquitectura y el urbanismo, en el que se convierte en mediador-facilitador, y los niños, en agentes de cambio dentro de su entorno.

Aglutinados en el colectivo Txikiark, un grupo de estudios y empresas (Teo Arkitektura, Ttipi Studio,Detalleres, Kraftkovia, PH+, Gizaarte, Bear, Arkitente?) que se dedican a los niños, la educación y la arquitectura, incorporan la visión de la infancia en los espacios, mediante procesos de participación, talleres, cursos e intervenciones artísticas.

Creado por Anartz Ormaza, David Tijero y Maite Eizagirre, Teo Arkitektura es uno de los colectivos enmarcados en esta experiencia colaborativa. "¿Qué hacéis formando arquitectos tan pequeños?, nos dicen a menudo. Pero nosotros tratamos la arquitectura en el sentido más amplio de la palabra. En una enseñanza productiva; se trata de empoderarles para que se den cuenta de que tienen capacidad para intervenir en su entorno y cambiar algunas cosas", expone el arquitecto vizcaíno Anartz Ormaza.

"Hasta los 6 años, la educación es mucho más libre, en la escuelas se incide en dibujar, construir, crear?, puesto que no están establecidas las competencias. Pero, a partir de ahí, llega un momento en que dibujar deja de ser prioritario. Nuestros talleres van dirigidos a niños de entre 6 y 12 años", añade Ormaza. Por lo general, tratamos a los niños como "receptores, como el futuro. Pero ellos son el presente, al igual que nosotros. Diseñamos para ellos sin darnos cuenta de que ellos saben lo que quieren".

El objetivo de los talleres y las intervenciones que proponen desde Teo Arkitektura es que "se sientan como agentes de cambio dentro de su entorno. Hacemos que cojan las riendas y puedan decidir; y de ellos recibimos esa inocencia, libertad y falta de límites que tenemos nosotros", añade David Tijero.

Finlandia, Alemania, Rumanía, Colombia y Brasil son lugares que están trabajando la educación espacial. ¿Debería estar la arquitectura integrada en la Educación? Estos jóvenes arquitectos lo tienen claro. "El debate está en si debería de ser reglada o no. La mayoría de la gente que trabajamos con la arquitectura y la infancia lo hacemos como complemento, desde la educación no reglada. En Finlandia y Rumanía está integrada en el sistema educativo. En Galicia, por ejemplo, existe el proyecto Terra (para niños de Primaria y Secundaria), donde los profesores hacen sesiones formativas con arquitectos", apunta Ormaza.

"La arquitectura lo abarca todo; la distribución de tu casa, la organización de tu calle, cómo te mueves en tu ciudad? Todos estamos influidos por la forma en que alguien ha diseñado el espacio en el que nos movemos. No es algo que compete a los arquitectos, es algo de todos los ciudadanos", matiza Tijero.

Bilbao y los niños

¿Es Bilbao una ciudad amigable para los niños? "Hay trabajo por hacer. La ciudad tiene ahora más espacios libres, pero los niños tienen muy acotadas sus zonas. Con la tendencia a la seguridad, solemos colocarles en un redil ?esto pasa en Bilbao y en muchos sitios?, pero, cuando tienen que salir de ahí, no pueden ser autónomos, porque la ciudad no está preparada para que un niño se mueva de forma independiente", explica Ormaza.

Precisamente con el objetivo de recuperar la autonomía y la presencia de los niños y jóvenes en el espacio público Txikiark está llevando a cabo el proyecto Txikimaps por segundo año consecutivo, con la colaboración de Caritas Bizkaia, realizando talleres e intervenciones con jóvenes de Erandio, Algorta y Otxarkoaga. La intervención en la que participa Teo Arkitektura, en Otxarkoaga, va dirigida a menores desde 4 a 14 años, y se centra este año en el juego como medio para activar el uso del espacio público.

"La cultura del juego ha variado mucho. Por eso, queremos que hagan un poco de arqueología familiar, y que investiguen a qué jugaban sus personas de referencia. Tras la investigación, haremos un taller creativo, y finalizaremos con una intervención en un espacio de juego en la Plaza de la Cantera, en Otxarkoaga, para que ellos lo adecuen a su gusto", explica Tijero.

UEU

Udako Euskal Unibertsitatea (Universidad Vasca de Verano, UEU) dará voz este año a estos colectivos que investigan y trabajan con la arquitectura y la infancia desde un punto de vista educativo. Serán dos días de curso, el 13 y 14 de julio en Eibar, en el que participarán empresas que trabajan en el ámbito de la participación, creación y educación en la arquitectura. El primer día, la jornada irá dirigida a la arquitectura y la educación, y habrá ocasión de conocer el proyecto de Txikiark y escuchar las diferentes iniciativas de Arkitente, Kraftkovia, Ari Arkitektura y Teo Arkitektura. Gorka Egia explicará iniciativas novedosas integradas al sistema educativo.

La segunda jornada se centrará en los procesos de participación con niños y jóvenes que se están llevando a cabo en diferentes localidades vascas. Ttipi Studio (Proyecto Elkartoki), Urak Bide Taldea y PH+ Herritarren Hirigintza expondrán las iniciativas colaborativas en las que están trabajando con niños y jóvenes en Getxo y Durango.

Jolas Tour

Donostia-San Sebastián será, por otra parte, el escenario elegido el próximo mes de junio para realizar una gran intervención en un espacio público. Se trata de una iniciativa de Kraftkovia dirigida a los vecinos y vecinas, en general, y al público joven, en concreto, que tiene como objetivo recuperar y reivindicar el uso libre del espacio público mediante la manifestación artística y el juego. La acción se realizará en cuatro zonas de la Parte Vieja de la ciudad. En cada zona se llevarán a cabo varias actividades lúdicas con las que se fomentará la participación de la ciudadanía y los niños.