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110 hectáreas
La Expo de Milán abre sus puertas con la alimentación como objetivo
El recinto de la Expo, de 110 hectáreas de superficie, se encuentra situado en la periferia noroeste de Milán y estará abierto durante los próximos seis meses.
Agencias | Redacción
La Exposición Universal de Milán, en el norte de Italia, abrió ayer, viernes, sus puertas y permanecerá abierta durante los próximos seis meses, tiempo en el que abordará los retos de la alimentación en el siglo XXI.
La apertura oficial del recinto, con tres puntos de acceso principales, se produjo con normalidad y a la hora prevista. Registró una elevada afluencia de público, así como de medios de comunicación y trabajadores del recinto, que ascienden a 16.000 personas.
El presidente de la República, Sergio Mattarella, abogó en una entrevista publicada por "Il Corriere della Sera" por que la Expo sea "un punto de inflexión" porque, alimentar a todos los habitantes del planeta, "es una cuestión crucial".
El recinto de la Expo, de 110 hectáreas de superficie, se encuentra situado en la periferia noroeste de Milán, a unos 16 kilómetros del centro de la ciudad, junto al municipio de Rho, y cuenta con buenas comunicaciones por autopista, ferrocarril y metro con la capital lombarda.
"Cuatro hijos de papá"
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, ha asegurado que "cuatro gamberros hijos de papá no conseguirán arruinar la Exposición Universal", en alusión a los disturbios registrados en Milán durante la inauguración de dicho evento.
Y ha añadido: "Los italianos saben de qué partes estar. Han tratado de arruinar la fiesta pero Milán es mucho más fuerte que lo que estos señores piensan".
Renzi, además, ha agradecido la labor de las fuerzas del orden, que "hicieron un trabajo muy serio y no cayeron en provocaciones", y también a los vecinos milaneses, que "inmediatamente salieron a la calle para limpiarlas".
Incidentes en la ciudad
Policía y manifestantes antisistema mantuvieron ayer fuertes enfrentamientos, durante una protesta contra la Exposición Universal de Milán. Decenas de encapuchados, pertenecientes según los medios italianos a los conocidos como "black bloc", lanzaron piedras y petardos contra los policías en la calle Magenta, mientras la manifestación se llevaba a cabo. En un primer momento, los agentes emplearon el agua a presión pero, al intensificarse los ataques, lanzaron gases lacrimógenos. Hubo coches quemados, escaparates rotos y varios heridos, entre ellos policías.
